Si uno no está familiarizado con la bandera de Brasil, con solo hacer un simple ejercicio de memoria, podríamos esbozarla con un círculo, un rombo… ¿qué más? ¡Ah, sí, el color verde, el amarillo! ¿El azul también? ¡Exacto! Y había una frase, ¿no? «Orden y progreso»… ¡Sí, eso era!

En efecto, esos son los elementos básicos de la bandera, pero ¿te has fijado en las estrellas que salpican la bandera? ¿Y te has parado a pensar que tal vez esas estrellas no estén puestas ahí aleatoriamente? Veamos el significado de la bandera de Brasil, y más concretamente el de las estrellas.

Hasta el infinito…

La esfera azul muestra la posición de las estrellas en el firmamento, tal y como se veía el día de la proclamación de la República de Brasil, el 15 de noviembre de 1889. Las 27 estrellas que actualmente contiene la bandera representan a cada uno de los 26 estados más el Distrito Federal, y está actualizada desde 1992.

La banda atravesada por el lema «Ordem e progresso» representa al ecuador, ya que Brasil se extiende por los dos hemisferios, y divide la esfera azul en dos zonas, que contienen cuatro estrellas aisladas y cinco constelaciones. El simbolismo de estos elementos en la bandera de Brasil es algo que merece la pena conocer:

1. Spica (Espiga): Al ser tan poca la parte brasileña de hemisferio norte, solamente hay una estrella en esta zona: la estrella Spica, que simboliza la agricultura del cereal, representada por la diosa griega Deméter (o su equivalente en romano Ceres), en cuya mano hay una espiga (spica en latín) de trigo.
2. Sigma Octantis (la Estrella Polar del Sur): Representa al Distrito Federal (Brasilia, la capital administrativa), es la única estrella que se ve durante todo el año, en un punto fijo, y en torno a ella gira el planisferio celeste (e incluso también las demás estrellas de la bandera de Brasil). Es, para que nos entendamos, el equivalente a la Estrella Polar del hemisferio norte, pero apuntando hacia el sur.
3. Canopus (Canopo): La estrella más brillante del cielo nocturno (después de Sirio) y que simboliza a los exploradores portugueses que seguían esta estrella para orientarse en su camino a la actual Brasil.
4. Procyon (Proción): Es la octava estrella más brillante del cielo nocturno. Llamada así («perro que va antes») porque es la primera que hace su aparición en la constelación de Can Menor. Dado que precede a la aparición de Can Mayor (que contiene a Sirio), según la leyenda, Proción es la que abre el camino en el firmamento a Can Mayor.

Finalmente, tenemos las siguientes constelaciones casi completas:

5. Hydra (Hidra): Es la constelación más grande, aunque no la más brillante, y cuenta con varias estrellas dobles.
6. Canis Maior (Can Mayor): Como dijimos antes, su salida está precedida por Proción. Contiene a Sirio, el cuerpo celeste más brillante de nuestro firmamento nocturno, solo superado por la Luna, Venus, Júpiter y Marte.
7. Crux (la Cruz del Sur): Es la constelación más pequeña de todo el firmamento, pero muy popular por su utilidad a la hora de orientarse, ya que siempre apunta hacia el sur (hacia la estrella Sigma Octantis).
8. Triangulum Australe (Triángulo Austral): Una constelación de reciente denominación (en torno a 1600) que forma un triángulo equilátero casi perfecto.
9. Scorpius (Escorpio): Contiene a Antares, otra famosa estrella y una de las más brillantes del firmamento nocturno.

…y más allá

Pero no solo es la simbología de la bandera lo que acerca a Brasil a las estrellas. Brasil cuenta con la Agencia Espacial Brasileña, el organismo que coordina la carrera espacial de Brasil, y uno de los centros más punteros de investigación aeroespacial del mundo. Como consecuencia de la fuerte inversión en este campo, el brasileño Marcos Pontes logró ser el primer latinoamericano en viajar al espacio.

Y por si fuera poco, también existe el Instituto Nacional de Investigación Espacial, un organismo con sede en diez ciudades de Brasil y que se encarga de tareas como la puesta a punto de satélites, la investigación meteorológica, laboratorios de matemática aplicada, combustión, propulsión, materiales…

Por este afán investigador aeroespacial, por esa bandera que basa su simbolismo en el firmamento y por mucho más, pensar hoy en estrellas es pensar en Brasil.