En la ciudad mexicana de Zacatecas se celebró en el año 1.997 (450 años después del nacimiento de Miguel de Cervantes) el I Congreso Internacional de la Lengua Española, congreso que inauguró Octavio Paz con una conferencia titulada «Nuestra lengua«.
En ella, Octavio Paz hacía un análisis de las características del lenguaje en el que combinaba su sensibilidad de poeta (cuando afirma que las palabras y el silencio, el decir y el escuchar, son las dos caras del lenguaje) con la profundidad de su vena ensayística (por ejemplo, cuando afirma que hablar la misma lengua es nuestra manera de ser hombres).
Y es que, aparte de poeta, Octavio Paz fue un gran ensayista, un hombre de cultura enciclopédica que abordó todo tipo de temas desde las luchas sociales del siglo XX («Tiempo nublado»), a la literatura mexicana del Siglo de Oro («Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe»), pasando por la antropología mexicana («El laberinto de la soledad») o la relación entre el amor y el erotismo («La llama doble»).
Cerramos nuestra pequeña selección poética con dos textos que, bajo su sencilla apariencia, muestran la profundidad del pensamiento de Octavio Paz al tratar tanto el erotismo («Palpar«) como el existencialismo («Hermandad«).
Palpar
Mis manos
abren las cortinas de tu ser
te visten con otra desnudez
descubren los cuerpos de tu cuerpo
Mis manos
inventan otro cuerpo a tu cuerpo.
Hermandad
Homenaje a Claudio Ptolomeo
Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.