La actividad cultural de Ecuador ha crecido en las últimas décadas con la proliferación de numerosos teatros, centros de arte, compañías de danza y otras iniciativas. Basta darse un paseo por Quito para darse cuenta de que el país tiene una gran oferta imposible de ignorar.
La propia ciudad invita a conocer todas las posibilidades culturales. A las tradiciones andinas hay que añadir nuevos exponentes de pintura, escultura, teatro o danza, que convierten a Quito en una ciudad para conocerla a fondo.
La ciudad, el mejor envoltorio
Quito posee el centro histórico más grande de Latinoamérica. Fue, junto a Cracovia, el primero en ser declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, en 1978. Su gran cantidad de calles peatonales hacen que pasear por la ciudad sea un placer.
La densidad de iglesias es muy elevada: se calcula que hay unos 130 centros monumentales, que albergan pinturas y esculturas (principalmente de carácter religioso), y de entre los cuales destacan tres: la Basílica del Voto Nacional (imponente edificio neogótico, de 115 metros de altura, ya de por sí en lo alto de una colina), la iglesia de San Francisco (que, lamentablemente, parte de su patrimonio está amenazado) y la iglesia de La Compañía de Jesús (joya del barroco Latinoamericano del S. XVII).
Danza y teatro, dos referentes culturales
En lo cultural, Quito no para. La danza y el teatro son consideradas los dos grandes motores que hoy hacen avanzar a Quito, y a todo Ecuador, hacia la primera división cultural en Latinoamérica, si es que no lo está ya.
La programación de teatros como el Teatro Nacional Sucre es un continuo chorreo de actividades de artistas nacionales e internacionales. La rehabilitación y apertura de centros como el Teatro Capitol incrementan esta oferta cultural no solo en Quito, sino también en el país. Lástima que otras rehabilitaciones, como la del emblemático Teatro Bolívar, no vayan por el camino deseado.
En la danza clásica, el país ha experimentado un gran auge gracias a cuatro personas principalmente: Patricia Auliesta (expresidenta del Comité de Danza del Instituto Internacional de Teatro de la UNESCO), Marcelo Ordóñez (creador y director del Ballet Nacional de Ecuador), María Luisa González (actual directora de la Compañía Nacional de Danza del Ecuador) y sobre todo Noralma Vera, la gran pionera de la danza clásica en Ecuador.
El país cuenta con numerosas compañías. Los ya mencionados Ballet Nacional de Ecuador, o la Compañía Nacional de Danza del Ecuador tienen un repertorio que para sí quisieran muchas compañías de larga tradición. Ecuador cuenta con destacados festivales de danza, que congregan a compañías tanto de primer nivel como minoritarias. También hay cada vez más escuelas y academias de danza.
Aun habiendo voces que reclaman mayor implicación del gobierno quiteño en la gestión cultural, el crecimiento cultural de Ecuador en las últimas décadas y el surgimiento de nuevos públicos que demandan obras de calidad es innegable. No es de extrañar que Quito fuera nombrada Capital Americana de la Cultural en 2011, año al que pertenecen las fotos de este artículo.