Ya hemos conocido las tradiciones del Día de Difuntos en varios lugares de México, especialmente sobre los elementos de un altar, y también hemos escuchado el ambiente que se vive en el cementerio de Tzintzuntzan, con el ambiente festivo, pero respetuoso, que hay entre las tumbas.
Falta conocer un par de cosas más. Hoy hablaremos de niños fallecidos, de santos y de los elementos de un arco funerario, un complemento a los altares que tiene una sorprendente simbología incluso con otras religiones.
Santos y difuntos
Es importante distinguir entre «Día de Muertos», «Día de Todos los Santos» y «Día de los Fieles Difuntos». El Día de Muertos es la tradición mexicana que engloba las otras dos, que son fiestas católicas. La diferencia entre el Día de Todos los Santos y el Día de los Fieles Difuntos radica básicamente en el concepto católico de «Santo». Un santo es, en esencia, alguien que en el momento de morir está libre de pecado. Entonces:
- El Día de Todos los Santos honra a aquellos fallecidos que son santos. ¿Y quién es santo al morir (si no ha pasado por un proceso de beatificación)? Los niños. Cuando un niño cristiano muere, se considera santo, ya que no ha pecado, y su alma va directamente al cielo. Ese día se celebra el 1 de noviembre, y los niños que no han fallecido piden dulces a los demás, probablemente como un vestigio de tradicional medida de protección. Os recomiendo el cómic «Raspa Kids Club», del mexicano Álex Fito, que, con mucho humor negro retrata una extraña relación entre la muerte y diversos niños. Incluso hay una historieta que tiene lugar en la isla de Janitzio, que ha sido la primera imagen de la semana de esta página.
- El Día de los Fieles Difuntos honra a los adultos que han fallecido, y los rezos son más constantes, ya que hay que orar por que el alma del difunto pueda encontrar su camino hacia la salvación. Se celebra el 2 de noviembre.
El arco funerario
El arco funerario es un elemento casi imprescindible en la decoración de las tumbas. En la siguiente imagen se ve un arco prácticamente terminado de montar:
Si os fijáis bien, el propio arco representa el cuerpo del difunto. Arriba está el cráneo. Tiene sus dos brazos, su corazón, etc. Los arcos funerarios están íntimamente conectados con el Árbol de la Vida, uno de los textos de la Cábala judía, y que es básicamente el mapa del alma y sus estados entre el Cielo y la Tierra. Aquí se ve la equivalencia:
El árbol de la vida también es el nombre de unas conocidas obras de artesanía mexicana. Son unos árboles de barro decorados con intricados detalles en cada centímetro de su superficie. Los motivos de esta decoración suelen ser flores, personajes, temáticas religiosas o folclóricas de México…
Generalmente, los árboles de la vida de artesanía también siguen la estructura de los diez puntos importantes del equivalente en la Cábala judía, y lógicamente también se parecen mucho a los arcos funerarios. La localidad de Metepec, en el Estado de México, es especialista en su elaboración, e incluso desde la entrada del pueblo nos dan a conocer esta gran tradición.
Nos queda un podcast ilustrado para cerrar el tema de la celebración del Día de Muertos en México. Será un podcast ilustrado muy especial, grabado durante la elaboración de un arco funerario en la isla de Janitzio, a manos de un grupo de señoras hablando en su lengua originaria: el purépecha.